Hipotecas más duras

Efectivamente en la actualidad prácticamente todo lo relacionado con el mercado de productos financieros mantiene, tanto desde la perspectiva de los usuarios como de la propia oferta de la banca, una postura conservadora en la que la seguridad resulta ser una clave fundamental.

 

Si por ejemplo nos  situamos en la perspectiva del usuario veremos cómo las preferencias sobre productos de ahorro e inversión responden en buena medida a esa clave de seguridad que citamos anteriormente, no en vano productos como los fondos garantizados han cobrado un peso a un mayor mes que tenían y, dentro de ellos, se busca incluso mayor seguridad en aquello que nos resulte más cercano como puede ser, continuando con el ejemplo, los fondos españoles.

 

cambio de las hipotecas más duras

 

Estas precauciones o conservadurismo no es desde luego patrimonio exclusivo del usuario, no hace falta más que echar un vistazo al endurecimiento de las condiciones crediticias por parte de la banca para darnos cuenta de ello, algo que por supuesto también afecta a las hipotecas.

 

Por norma general podemos afirmar que el conjunto de la oferta de préstamos hipotecarios en nuestro país se ha endurecido notablemente de media, este endurecimiento progresivo que ha tenido probablemente su punto álgido el pasado año 2012 se basa en diferentes aspectos; por un lado en los límites del porcentaje a financiar sobre el valor de tasación, que de media se sitúan como máximo el 75% cuando antes alcanzaban el total de dicho valor con relativa frecuencia, a lo anterior hay que unir una sensible rebaja de los plazos máximos de amortización, con lo cual se hace difícil encontrar en el mercado actual hipotecas que superen los 40 años en este sentido, algo que aunque no con tanta frecuencia como la financiación máxima citada anteriormente también se podía encontrar en el mercado de productos financieros hace tan sólo cinco o seis años.